Gabriel, el vikingo

Ningún niño debería morir ni quedar tetrapléjico en un accidente de tráfico por utilizar un sistema de retención que puede calificarse de inapropiado e inseguro con datos y estadísticas demostrables. Pero por desgracia, niños que hubieran salido ilesos de los accidentes que sufrieron, están muriendo y quedando tetrapléjicos a pesar de que sus padres compraron para ellos la mejor silla que les pudieron recomendar en tiendas o en rankings de clubes automovilísticos como el RACE, Real Automóvil Club de España.

Gabriel, de dos años, tuvo un accidente de tráfico por el que sufrió una decapitación interna y quedó pentapléjico. Después de una dura lucha Gabriel falleció. Él viajaba en una sillita con escudo que retuvo su torso, pero no su cabeza, causando la lesión. Era la primera sillita del ranking del RACE, en el que sus padres se basaron para comprar la silla que creían más segura para su hijo. No les importó el precio, querían la más segura y compraron la primera del ranking. Ahora que Gabriel se ha ido han iniciado una cruzada para que todos los padres conozcamos la verdad sobre las sillitas a favor de la marcha y la importancia de que los niños viajen a contramarcha. Están recogiendo las firmas necesarias en una campaña de Change.org^[1] para pedir la obligatoriedad de las sillitas a contramarcha.
Los medios de comunicación están empezando a hacerse eco^[2], incluso Mediaset se ha unido desde su espacio 12 meses^[3] a la campaña Ni un peque más en peligro^[4], y cada vez esta información llega a más padres. Aunque por supuesto, no tiene la misma difusión que Gran Hermano, Cristiano Ronaldo o Messi.

Mando desde estas páginas mi ánimo y apoyo a las familias de todos los pequeños anónimos que engrosan la funesta estadística de menores fallecidos o lesionados en accidentes de tráfico. Un abrazo especial a Gabriel, allá donde estés, y a tu familia que, a pesar del dolor de tu pérdida, tienen fuerza y tesón sin límite para impulsar una ola^[5] que cada día llega a más padres haciéndonos abrir los ojos y conocer la verdad.