Plus Test

En 2009, de la mano del VTI^[1] y NTF^[2], se creó en Suecia el Plus Test para evaluar la seguridad de los dispositivos de retención infantil en base a estándares de seguridad mínimos que a su juicio no cumple la normativa europea.

Desde mediados de los 70 en Suecia existía en T-Test. Europa definió su normativa a principio de los 80. El test sueco determinaba qué sillas podían venderse en el país, sólo las que superaran el test. Cuando Europa publicó la normativa ECE-R44, Suecia tuvo que acogerse a la misma como miembro de la Unión Europea, y tuvo que derogar su T-Test con la disconformidad de las autoridades y sociedad sueca porque los requisitos de la normativa europea están muy por debajo de lo que ellos consideran aceptable. De manera que crearon un nuevo test, el Plus Test, de caracter voluntario, que marca la diferencia entre productos de seguridad sueca y productos de seguridad europea. No sustituye a las homologaciones R44/04 ni R129, sino que las complementa garantizando la seguridad de las sillas que las marcas presentan de forma voluntaria y que superan el test.

El Plus Test es una prueba más exigente en la que la aceleración es mayor y en la que los límites de la carga cervical se han fijado en 1220 Newtons, por debajo del límite de fuerza establecido por los expertos a partir del cual un niño sufriría lesiones severas. Hasta la fecha ninguna silla a favor de la marcha ha sido capaz de superar la prueba, pues se ha demostrado que todas las sillitas con esta orientación generan en los menores fuerzas superiores a los límites del Plus Test y a los definidos por los expertos.

Los dos elementos diferenciadores del Plus Test son la medición de la carga cervical y un crash test más exigente. Los tests europeos, en la norma 44/04 miden la aceleración del tórax y la cabeza, pero no del cuello, y en la nueva norma iSize sí la miden, pero no establecen límites de fuerza máxima que garanticen la seguridad de los menores. Los suecos con su Plus Test no sólo miden la carga cervical, sino que en base a estadísticas de accidentes reales y a informes de expertos basados en pruebas con dummies dotados de sensores establecen en 1.300 Newtons la fuerza máxima que puede soportar el cuello de un niño de tres años. La fuerza máxima que han definido para que una sillita supere el Plus Test es de 1.220 Newtons. Es decir, el Plus Test certifica que cualquier silla que lo supere genera una carga cervical siempre por debajo del límite, garantizando la seguridad de los niños que usen cualquier silla con este certificado.

Además de unos límites de fuerza más exigentes de lo necesario en la fuerza que soporta el cuello, realizan el test en condiciones más exigentes, reduciendo la distancia de frenado, y en consecuencia generando mayor aceleración^[3] que los tests europeos y los que realizan los clubes automovilísticos.

El sello Plus Test es garantía de seguridad en una sillita. Tal es su exigencia que sillitas a contramarcha que superan el test y cuya protección está demostrada no consiguen el sello si pueden colocarse también a favor de la marcha, pues se consideran dispositivos inseguros en esa orientación.

En España se pueden comprar sillas con Plus Test, y poco a poco las organizaciones del sector comienzan a hacerse eco del mismo^[4]. El RACE hace un vacío informativo sobre este test que invalida y destapa la verdad sobre sus rankings, pero cada vez es mayor el número de padres que buscan sillas con este sello, conscientes del peligro que corren sus hijos en dispositivos a favor de la marcha y convencidos de llevarlos en dispositivos que han superado el test de seguridad más exigente del mundo.