La verdad oculta

Es importante que conozcas la parte de la verdad que no llega a los padres a través de las instituciones relacionadas con la seguridad vial. En estas instituciones se ha impuesto el peso de la evidencia y recomiendan y admiten que es más seguro que los niños viajen de espaldas a la marcha. Pero lo comunican de forma imprecisa, difusa y contradictoria, obviando detalles vitales que nos impiden a los padres tener información completa y veraz para decidir cuál es el mejor dispositivo en el que llevar a nuestros hijos en coche de forma segura.

En esta breve sección te presento de forma concisa cuatro datos para que te sea posible alcanzar la verdad oculta. Léelos, rúmialos y saca tus conclusiones. Si lo haces los niños de tu entorno tendrán la oportunidad de viajar seguros. Si después quieres ampliar esta información, te invito a que sigas leyendo. Hagas lo que hagas y decidas lo que decidas, te ruego que concedas a otros padres el privilegio que vas a tener tú. Mándales un enlace al libro, el propio libro adjunto o al menos esta sección a cuantos padres puedas. Yo he sido víctima de esta desinformación, y gracias a la familia de Gabriel mis hijas viajan hoy seguras y tú tienes acceso a esta información. Ellos no tuvieron esta suerte. Somos los ciudadanos libres quienes debemos movilizarnos para que esta información sea de dominio público. No podemos confiar en instituciones que sólo nos muestran una cara de la moneda, porque una verdad a medias es una mentira, que en este caso puede ser letal para nuestros hijos.

A continuación sólo voy a facilitarte cuatro datos, información objetiva y sin procesar a partir de la cual puedas sacar tus propias conclusiones.

1. En 2015 en España el 70% de los niños fallecidos en accidentes de tráfico usaba un sistema de retención infantil. En nuestro país los niños viajan a favor de la marcha prácticamente a partir del año.
Según datos de la DGT^[1] en 2015 el 30% de los menores de 12 años fallecidos en accidentes de tráfico no usaba ningún sistema de retención infantil (SRI). Es decir, el 70% de los fallecidos sí lo usaba.

2. En 2015 ningún niño murió en Noruega^[2] en un accidente de tráfico. Allí los niños viajan a contramarcha.
En Suecia, país precursor de la contramarcha, los niños viajan de esta forma como mínimo hasta los 4 años y normalmente hasta los 5 o 6 años, cuando por peso y estatura no caben en sillitas a contramarcha y ya pueden viajar en sillitas a favor de la marcha con el cinturón de seguridad del vehículo. Los países escandinavos que han adoptado esta medida tienen la menor tasa de mortalidad infantil en accidentes de tráfico.

3. El cuello de los niños menores de cuatro años no está aún osificado y no resiste la fuerza de la inercia en un impacto frontal.
En choques frontales y por alcance entre vehículos, los ocupantes que viajan a favor de la marcha son empujados hacia adelante por la inercia del movimiento. Un niño pequeño mantiene sujeto el torso a la sillita por arneses o escudos, pero su cabeza sale despedida aplicando sobre su cuello una fuerza que no puede soportar al no estar aún osificado, provocando graves lesiones medulares o la muerte. Pruebas de campo e informes de instituciones europeas demuestran que la fuerza que soporta el cuello de un niño menor de cuatro años en una sillita a favor de la marcha es muy superior al límite a partir del cual sufriría lesiones severas.

4. Existen sillitas que permiten viajar a contramarcha a niños hasta los 5 o 6 años incluso más, dependiendo de su estatura y peso, pero en España nos dicen que no son seguras.
Algunas de estas sillitas superan el Plus Test, el test de seguridad más exigente del mundo. En Suecia y Noruega las usan y en España también las tenemos disponibles. En nuestro país sufrimos la contradicción de organizaciones como el RACE^[3] que aconsejan que los niños viajen a contramarcha pero que califican las sillas a contramarcha como inseguras y las colocan en sus rankings por detrás de sillitas a favor de la marcha con arnés y escudo.

Esto es todo. Fin. Ya puedes dar por terminado el libro. Ya tienes todo lo necesario para sacar tus propias conclusiones y un punto de partida desde el que buscar la información que necesites para confirmarlas. Por favor, transmite esta información a cuantos padres puedas para que ellos también puedan sacar sus propias conclusiones. Si quieres que te exponga las mías, ampliar información sobre las diferencias en mediciones de fuerza en pruebas de impacto en base a la orientación de la silla y conocer la historia de Gabriel y la de otros pequeños víctimas de sillitas a favor de la marcha, sigue leyendo.