A lo largo de todo el libro he hecho referencia al escudo como un método peligroso de retención infantil. He sido repetitivo y he sacrificado estilo y calidad del texto, pero ha sido una decisión consciente. En primer lugar para dejar muy claro que el componente de peligro de los sistemas a favor de la marcha está asociado a aquellos sistemas que retienen a los niños con arneses o escudo. No quiero sembrar en otros padres la idea de que todos los sistemas a favor de la marcha son peligrosos para sus hijos, pues a partir de determinada estatura (marcada por el respaldo de la silla) y peso (25 kilos actualmente) los niños no pueden viajar a contramarcha. Habrá un periodo de transición en el que aún no tengan estatura para usar el cinturón de seguridad en una posición segura y necesitarán un sistema de retención infantil del grupo 3 que les permita sentarse a una altura mínima para que el cinturón no les lesione el cuello en caso de impacto. Estos dispositivos deberán ser inevitablemente a favor de la marcha, pero no implican el riesgo de retener el torso y lanzar la cabeza, pues el sistema de retención del menor es el propio cinturón de seguridad. No se debe demonizar este tipo de dispositivos pues son necesarios y en el momento en que se recomienda su uso el niño tiene un desarrollo físico que le permite utilizar el cinturón de seguridad y sobrevivir a un impacto. Es importante en este tipo de dispositivos que dispongan de reposabrazos para un guiado correcto del cinturón que eviten lesiones ventrales.
En segundo lugar, mi insistencia en hacer referencia al escudo cada vez que me he referido al peligro de los sistemas de retención infantil a favor de la marcha responde al objetivo de combatir la estrategia comercial de vender este sistema con la denominación de cojín, término que transmite la idea de que el niño es sujetado por una mullida y esponjosa pieza protectora. Se trata de una pieza rígida recubierta de un material acolchado que sujeta al niño a la silla y que cayó en desuso en los años 90. Las marcas lo han recuperado y lo venden a los padres como el sistema más seguro apoyados por los rankings y valoraciones de clubes automovilísticos y asociaciones de consumidores.
Como veremos a continuación, las mediciones demuestran que la presión abdominal generada por los sistemas con escudo es superior a los límites establecidos como seguros en los estudios de la Comisión Europea, por lo cual estos sistemas no podrán siquiera ser homologados como iSize, que establece límites de presión abdominal más estrictos que la actual R44/04. Además presentan riesgo de eyección que ha llevado a que este sistema nunca haya sido permitido en Australia, haya sido prohibido en Canadá desde 1983 para niños menores de 18 kilos y haya sido descatalogado por las marcas en EEUU después de sucesivas condenas frente a denuncias de familias de niños fallecidos y lesionados[1]. Asimismo, no olvidemos que son dispositivos a favor de la marcha que inmovilizan el torso, por lo que exponen al niño al ya explicado grave riesgo de lesión cervical.
Este tipo de sillas a favor de la marcha con escudo ha liderado los rankings del RACE en el que muchos padres confían para elegir la silla más segura para sus hijos. Insisto, debemos despojar al RACE de su halo de referente en seguridad vial y relegarlo al papel inherente al tipo de organización que es, un club automovilístico. Debemos tener muy claro que la seguridad no es el único y ni siquiera el principal parámetro en la elaboración de sus valoraciones, y debemos consultar sus rankings contemplando la posibilidad de que como organización privada mantenga acuerdos de colaboración absolutamente legales con determinadas marcas.
Cristina, del blog Laboratorio de Mamá[2] ha realizado un admirable trabajo de investigación que evidencia el peligro de los sistemas de retención infantil con escudo. A continuación me baso en los datos aportados por ella en la serie de entradas de su blog y para ella reclamo todo el crédito y mérito por hacer accesible esta información a todos los padres. Recomiendo encarecidamente no sólo la lectura de sus entradas para disponer de información detallada, sino incluso la de los cientos de comentarios de las mismas. Más de 100.000 padres seguimos esperando los argumentos técnicos que prometió el RACE como respuesta a la investigación de Cristina.
Vector vertical
Los tests de impacto de ADAC y RACE se realizan con el dipositivo anclado en un raíl, por lo que en sus pruebas de choque no se produce el levantamiento del vehículo que sí se produce en impactos reales y en los tests EuroNCAP en los que el vehículo se levanta al no estar anclado. Este vector vertical evidencia casos de eyección en los que el niño no es retenido por el escudo y se golpea con el techo y otras partes del vehículo. En el caso de ADAC y RACE se trata de un error metodológico a la hora de realizar los tests, el problema es que aun siendo conscientes de él, siguen colocando las sillas a favor de la marcha con escudo en las primeras posiciones de sus rankings.
En el Estudio de sistemas de escudo[3] de la UNECE presentado en mayo de 2014 se comparan las pruebas realizadas por las asociaciones de consumidores y las del protocolo EuroNCAP, destacando la diferencia de resultados en base al ya comentado vagón de pruebas anclado a un raíl. En ese detalle está la clave del vector vertical que provoca la eyección de niños y dummies que no se ve reflejada en los tests de ADAC y RACE. Sus pruebas no son fieles a la realidad, porque en impactos frontales el coche se puede elevar y la eyección es un hecho probado. Este estudio concluye que sistemas de retención con escudo probados con dummies Q1 han sufrido una expulsión completa en una prueba y expulsión parcial en dos pruebas incluyendo impacto de la cabeza con techo o con asiento. Con un Q1.5 se ha demostrado falta de retención. Con dummies Q3 evidencia impacto de la cabeza en el techo en la fase de rebote y mayor presión abdominal de la que el niño puede tolerar. Se pueden ver fotos de las eyecciones en las pruebas de impacto realizadas en este estudio en el enlace anterior.
Presión abdominal
Insisto en recomendar la lectura de Laboratorio de Mamá[4] sobre la presión abdominal. Aquí me limito a facilitar datos de estudios y mediciones, pero la argumentación de Cristina es contundente e irrefutable y desenmascara a un RACE que basa sus rankings “en intereses que desconozco, pero que está claro que no son la seguridad de nuestros hijos.”
En 2012, en el marco del proyecto CASPER, Philip Beillas publicó un informe sobre presión abdominal en dummies infantiles: Abdominal Pressure Twin Sensors (APTS) for Q dummies[5]. Para este estudio se añadieron sensores de presión abdominal en los dummies, y se demostró que los sistemas de retención infantil con escudo generan presión abdominal superior a 2 bares en dummies Q3 que simulan a niños de tres años.
En abril de 2016, el proyecto relacionado con los parámetros de seguridad que debe exigir la norma iSize (R129) en su segunda fase, Recomendations for setting dummy injury thresholds for regulation 129 Phase 2 regarding chest & abdomen loading[6], recomienda que el límite de presión abdominal sea de 1.2 bares.
Este proyecto incluye una gráfica que relaciona la presión abdominal sufrida por los dummies con el riesgo de lesión grave (AIS 3+). Mirando esta gráfica se puede comprobar que con 1.2 bares habría un 20% de sufrir lesiones graves, y con los 2 bares medidos por el arriba citado proyecto de P. Beillas en 2012 en sillas con escudo, la posibilidad de lesión grave aumenta a más de 95%.
En 2013, en el marco de la conferencia de la International Technical Conference on the Enhanced Safety of Vehicles (ESV) celebrada cada dos años por el Departamento de Transportes de Estados Unidos, se presentó el informe Analysis of the Performance of Different Architectures of Forward Facing CRS with Integral Restraint System[7]. En este informe se recomienda en base a datos obtenidos del proyecto CASPER, que el límite de presión abdominal para niños de tres años, dummies Q3, sea de 1.13 bares. Este mismo informe muestra el resumen de una serie de pruebas con dummies Q3 equipados con el sensor de presión abdominal en sillas con escudo en impactos frontales. Las presiones abdominales máximas obtenidas son 2.7, 2.1 y 1.8 bares, todas por encima de los límites recomendados.
La nueva normativa iSize, publicada en mayo de 2016 y a la que entraré con detalle más adelante, fija las máximas presiones abdominales aceptadas para obtener la homologación en 1.2 bares para Q1.5 y 1 bar para Q3.
Resumiendo todos estos datos: las sillas con escudo generan presiones abdominales superiores a las definidas por los tests de los expertos como los límites máximos a partir de los cuales los niños sufrirían lesiones graves. Las sillas con escudo ni siquiera podrán ser homologadas bajo la nueva normativa iSize (R129). Y el RACE sigue colocando estas sillas en las primeras posiciones de sus rankings.
En los informes 2015[8] y 2016[9] del RACE afirman que “para realizar una evaluación dinámica, las lecturas de los dummies en sus pruebas se valoran en función de determinados criterios biomecánicos, que se basan tanto en la norma ECE como en los resultados de los proyectos europeos de investigación (p. Ej. CASPER, EEVC, CREST o Euro NCAP).“ Es decir, conocen y son conscientes de las mediciones y límites máximos establecidos en los documentos europeos a los que he hecho referencia más arriba.
Como puede leerse en sus informes, el RACE baja la puntuación de estas sillas con escudo a causa de que superan los 1.5 bares de presión abdominal. Pero esa reducción de nota no evita que terminen obteniendo una valoración positiva, y además no determinan cuál es la presión abdominal máxima real de esas sillas, sólo especifican que supera los 1.5 bares. Según la gráfica[10] que relaciona presión abdominal con probabilidad de lesiones graves a la que me referí antes, 1.5 bares supone un 75% de posibilidades de sufrir lesiones graves, y la mínima presión abdominal de estas sillas obtenidas en las pruebas ha sido de 1.8, lo que supone un 90%. ¿Cómo es posible que estas sillas con escudo sigan recibiendo una valoración positiva en los rankings del RACE? ¿Cómo es posible que padres compren este tipo de sillas para sus hijos basándose en estos rankings sin conocer la verdad completa?
Las respuestas que dio RACE a Laboratorio de Mamá[11] merecen ser leídas y ningún otro argumento ayudará más que esas respuestas a bajar a esta organización del pedestal de referente en seguridad vial al que lo ha aupado la sociedad española.
Índice cronológico de las entradas publicadas en Laboratorio de Mamá
1. El escándalo de las sillas con cojín o escudo frontal
2. Casos reales: problemas en las sillas con cojín o escudo
3. Más de 100.000 padres buscan una respuesta
5. Respuesta del RACE (parte I)
6. Respuesta del RACE (parte II)
7. Respuesta del RACE (parte III)
[1] http://www.laboratoriodemama.com/2016/02/23/casos-reales-sillas-seguridad-cojin-escudo-frontal/
[2] http://www.laboratoriodemama.com/2016/02/17/el-escandalo-de-las-sillas-con-cojin-o-escudo-frontal/
[3] https://www.unece.org/fileadmin/DAM/trans/doc/2014/wp29grsp/GRSP-55-39e.pdf
[4] http://www.laboratoriodemama.com/2016/06/06/sillas-escudo-coche-bebe/
[5] http://www.biomechanics-coordination.eu/downloadables/Child%20Safety%20Final%20Workshop%2013-15%20March%202012/14_CASPER%20abdominal%20sensors-Beillas.pdf
[6] https://www2.unece.org/wiki/download/attachments/31948854/CRS-58-02e_Recommendations_for_setting_dummy_injury_thresholds_for_Regulation_129_Phase2.pdf?api=v2
[7] https://www-esv.nhtsa.dot.gov/Proceedings/23/files/Session%205%20Oral.pdf
[8] https://www.race.es/race.es/documentos/seguridad_vial/formacion_vial/sillitas/Análisis%20de%20los%20Sistemas%20de%20Retención%20Infantil%202015.pdf
[9] https://www.race.es/biblioteca/factor-vehiculo/25102016-2o-informe-analisis-de-los-sistemas-de-retencion-infantil-2016
[10] https://www2.unece.org/wiki/download/attachments/31948854/CRS-58-02e_Recommendations_for_setting_dummy_injury_thresholds_for_Regulation_129_Phase2.pdf?api=v2
[11] http://www.laboratoriodemama.com/2016/07/07/race-sillas-seguridad-escudo-frontal-cojin/