La Comisión Económica Europea de las Naciones Unidas (UNECE) es el organismo encargado de establecer las normas de homologación de los sistemas de retención infantil en los países de la Unión Europea. En 1982 se creó la norma R44, cuya cuarta revisión, la R44/04, fue aprobada en 2005 y en base a ella se homologan hoy día las sillitas infantiles. En 2013 la UNECE aprobó una nueva norma de homologación, la R129, que está destinada a sustituir la actual R44/04, pero que convivirá con ella hasta 2018, fecha a partir de la cual no se podrán homologar más sillitas bajo la norma R44/04, aunque las sillas homologadas bajo esta norma podrán seguir comercializándose hasta 2028 y usándose hasta 2038.
La primera fase de la R129 se denomina iSize y afecta a los sistemas de retención de los niños más pequeños, los actuales grupos 0 y 1.
UNECE desarrolló esta nueva norma porque consideró que el actual criterio de selección para una silla infantil, que es el peso del niño, no es el más adecuado; que los actuales requisitos de seguridad deben ser más exigentes y porque entre el 40% y 80% de las sillas son mal instaladas.
Con estos objetivos la primera fase de la R129 añado el peso a la altura como parámetro clave de clasificación de sillitas, incluye un test de impacto lateral y usa dummies de la serie Q con sensores que permiten medir aceleración de la cabeza, cargas en la parte superior del cuello y la columna, deflexión del pecho, cargas lumbares y aceleración de la pelvis. En teoría iSize será una norma más restrictiva gracias a todas las mediciones de los Q-dummies y a los estudios de la Comisión Europea que definen los límites a partir de los cuales se producen lesiones graves. También aumentará la seguridad eliminando posibles fallos de instalación a través del uso exclusivo de isofix.
A pesar del prometedor planteamiento de la nueva norma iSize, la lectura de la normativa finalmente aprobada ha sido decepcionante. La única aportación positiva que encuentro es indirecta, y es la proliferación de sillitas que permiten ir a contramarcha hasta el límite de uso de la silla, los 105 cm de altura. Los fabricantes que están presentando nuevos modelos de sillitas bajo la norma iSize, los están diseñando con la posibilidad de ir a contramarcha más allá de los 15 meses a los que obliga la norma. Al menos esto es lo que he observado consultando las características de la mayoría de sillas iSize que se comercializan online a fecha de hoy. Son sillas que se pueden girar 360º, y si esta tendencia se consolida, será más fácil para los padres tomar la decisión de llevar a sus hijos a contramarcha. En todo caso, estas sillas iSize, cuando son giradas a favor de la marcha seguirán suponiendo un grave riesgo para los niños en caso de impacto, y el hecho de que puedan ir a contramarcha no implica que los padres vayan a usarlas así si no disponen de la información necesaria para poder tomar esa decisión.
Una de las consecuencias positivas de la nueva norma iSize, a largo plazo cuando ya no se puedan comercializar sillitas R44/04, era la desaparición de las sillitas con escudo, esas trampas mortales para niños, puesto que con las mediciones y los límites de presión torácica definidos por la nueva norma de homologación nunca hubieran podido superar el test. Pero me consta que ya existen sillitas con escudo homologadas bajo iSize que han conseguido finalmente superar el test de homologación.
La que en teoría estaba destinada a ser una normativa que definiera unos mínimos que mejoraran la seguridad de los niños, se ha convertido en una peligrosa amenaza para la misma, y los loables objetivos que perseguía se han quedado en el camino. Ya pueden verse en las tiendas las sillas iSize, y son vendidas como más seguras por vendedores que no habrán indagado más allá de lo que UNECE y las marcas informan sobre la misma, y que no son conscientes de que una norma de homologación sólo establece requisitos mínimos, sin que el cumplimiento de los mismos implique un aumento de la seguridad de la silla frente a otros modelos R44/04 con características que superan los mínimos exigidos por su normativa de homologación y los de la propia iSize. Por desgracia no es cierto que las sillas iSize sean más seguras, aunque el desarrollo de la norma ha tenido todas las oportunidades e informaciones para definir unos mínimos que permitieran que así hubiera sido.
iSize supone una amenaza para la seguridad de los niños porque limita la altura del respaldo de las sillitas, define un test de impacto lateral irreal y establece el límite obligatorio para que los niños viajen a contramarcha a una edad demasiado temprana frente a la que sugieren los datos recopilados y la opinión de los expertos.
Límite de altura
El límite de altura de las sillitas iSize sólo permite viajar en sillas homologadas por esta norma a niños de hasta 105 cm. Niños de estatura superior deberán viajar en dispositivos regulados por las siguientes fases de la R129 que aún están en desarrollo. Este límite responde al objetivo de que las sillitas iSize cumplan un estandar de dimensiones que asegure su compatibilidad con todos los coches que se adhieran a este estandar, sin que sea posible homologar sillitas iSize que no quepan en ciertos modelos de coches pequeños. No sería una amenaza a la seguridad de los más pequeños en sí mismo si los padres pudieran elegir otro tipo de sillas sin este límite para sus hijos. El problema es que a partir de 2028 iSize será la única normativa vigente y ya no podrán comprarse modelos de sillitas R44/04 con respaldos altos que permiten viajar a contramarcha a niños de hasta 120 cm o más. A partir de este momento iSize impedirá a los padres preocupados por la seguridad de sus hijos usar sillas que les permitan llevarlos más tiempo a contramarcha hasta los 25 kilos o 120-130 cm de altura que permiten las actuales sillitas a contramarcha R44/04.
Test de impacto lateral irreal
El test de impacto lateral iSize[1] consiste en lanzar lateralmente el soporte en el que está colocada la sillita contra una pieza sólida. Esta simulación y las características de la sillita destinadas a superarla sólo serán útiles en caso de que un coche pierda el control y choque lateralmente contra un poste o cualquier elemento estático de la vía, pero nunca serán útiles para prevenir las lesiones que provocaría en un niño un impacto lateral en el que estando detenido el vehículo en el que viaja, éste sea embestido lateralmente por otro vehículo. Puede que las sillas iSize aporten elementos de seguridad en este tipo de impactos, pero desde luego el hecho de haber superado la homologación no las hace seguras en esta situación, puesto que el test de impacto es irreal.
El test Euro NCAP es bastante más realista en lo que a impactos laterales se refiere, ya que define dos variantes: una en la que el coche detenido es embestido por otro coche[2], y otra en la que el coche impacta lateralmente contra un elemento estático[3]. iSize sólo obliga a superar el segundo de estos tests, y asume su superación como certificación de seguridad en el primer test, que no obliga a realizar, dando lugar a productos homologados con una irreal garantía de seguridad en los peligrosos impactos laterales. No, una silla no ofrece mejor protección lateral por el simple hecho de ser iSize, ni mucho menos.
Límite de edad a contramarcha demasiado temprano
iSize define como obligatorio que los niños viajen a contramarcha hasta los 15 meses, pero todos los informes, mediciones, estadísticas y expertos recomiendan que el límite se fije en 48 meses como mínimo y más siempre que sea posible. La nueva normativa ha sido una oportunidad perdida para que en Europa, a través de la obligatoriedad de una norma basada en datos empíricos, mediciones y análisis de expertos, los niños viajen seguros y la sociedad se conciencie sobre el peligro que entraña para un niño viajar a favor de la marcha con arnés o escudo.
Si la nueva norma usa el criterio de la altura, ¿por qué fija el límite obligatorio para ir a contramarcha en base a la edad y no en base a una altura mínima? He buscado la respuesta a esta pregunta y he encontrado un documento de UNECE[4] publicado en mayo de 2013 que responde lo siguiente. Cita textual traducida del inglés: Esto es así porque la investigación (1) ha demostrado que de media el cuello de un niño de 15 meses está suficientemente desarrollado para soportar las fuerzas de una colisión frontal. Esto está basado en la edad del niño y no en su estatura o peso.
El (1) es una nota al pie: Casper 2007. Accident reconstructions.
Incluso ahora al escribir estas líneas vuelvo a sentir la misma indignación e incredulidad que cuando leí este documento por primera vez. ¿Cómo es posible que con datos de CASPER se pueda llegar a esa conclusión? Los datos de CASPER han sido utilizados por otros estudios cuyas conclusiones contradicen esta respuesta. Entre ellos el estudio del EEVC de 2008[5] al que ya me he referido con anterioridad y en el que se establece que la fuerza a partir de la cual se producen lesiones graves en el cuello de niños de un año y medio, 18 meses, es de 1364 Newtons. Si de todas las mediciones aportadas en este libro, la fuerza más baja de carga cervical medida en un dummie Q1.5 (simula a niño de año y medio) en un impacto frontal en una sillita a favor de la marcha es de 1852 Newtons[6] ¿cómo se puede concluir que a los 15 meses el cuello de un bebé ya puede soportar fuerzas muy por encima de los límites establecidos para niños de 18 meses? Los médicos y fisioterapeutas afirman que es a partir de los cuatro años cuando el cuello de un niño está completamente osificado. Antes el cuello es cartílago. Me gustaría saber qué datos de CASPER en 2007 justifican la decisión de los 15 meses, y por qué un informe de 2013 usa datos de 2007 en vez de los aportados por el EEVC en 2008. Me gustaría saber por qué en el borrador[7] de la R129 iSize se definieron los límites de tensión cervical (1364 N para dummies Q1.5 coincidiendo con el EEVC) y en la norma aprobada[8] se dejan estos límites pendientes de definir tras tres años desde la aprobación[9]. ¿Serán tres años de barra libre para homologar como iSize modelos a favor de la marcha que siempre superan el límite fijado en el borrador? ¿Por qué parece que la normativa se adapta a las marcas y no las marcas a una normativa definida en base a las mediciones y límites seguros? No lo entiendo, con todos los datos disponibles sería lógico que avanzáramos hacia normas que aporten mayor seguridad, y sin embargo parece que nos estamos alejando de ese objetivo.
Llegado a este punto no puedo evitar pensar en la acción de lobbies e intereses comerciales moviendo hilos de las instituciones europeas. Es posible que algo se me escape y quizás haya entrado en un círculo conspiranoico después de analizar las contradicciones del RACE, pero éstos son los datos que he encontrado y no soy capaz de llegar a otra explicación verosímil. Sólo soy un padre preocupado que ha buscado información y la ha interpretado. Habré cometido errores, puesto que ante mi interpretación no hay forma de justificar que iSize implique la desaparición de modelos R44/04 que permiten que los niños viajen en la posición más segura hasta más de los cuatro años, ni forma de justificar que se fije el límite obligatorio para ir a contramarcha en 15 meses, ni forma de justificar que las marcas del sector ante esta misma interpretación de los datos sigan desarrollando sistemas a favor de la marcha con arnés o escudo y no cambien sus modelos orientándolos de espaldas a la marcha. ¿No les sería rentable una inversión económica que mejore la seguridad de los dispositivos que venden para proteger a los niños, y poder aumentar así sus ventas sobre marcas que no lo hagan? De momento no consigo llegar a otra conclusión. Con las mediciones en la mano, una silla a contramarcha homologada bajo la R44/04 será más segura que cualquier sillita a favor de la marcha con arnés homologada bajo iSize. La silla más segura para un niño es la que le permita ir a contramarcha más tiempo, y el test más exigente para sillitas sigue siendo hoy día el Plus Test sueco, un test voluntario que establece límites por debajo de los definidos por los expertos del EEVC. Cualquier nueva normativa que quede por debajo de esas exigencias de seguridad habrá fracasado y será la base sobre la que se producirán sistemas más inseguros para los niños.
[1] https://www.youtube.com/watch?v=KIZNc2qaRfo
https://www.youtube.com/watch?v=waO5LZo8VSk
https://www.youtube.com/watch?v=3Nkn9qRRAkI
[2] http://www.euroncap.com/en/vehicle-safety/the-ratings-explained/adult-occupant-protection/side-mobile-barrier/
[3] http://www.euroncap.com/en/vehicle-safety/the-ratings-explained/adult-occupant-protection/side-pole/
[4] https://www.unece.org/fileadmin/DAM/trans/doc/2014/wp29grsp/GRSP-55-38e.pdf
[5] EEVC Report – Advanced Child Dummies and Injury Criteria for Frontal Impact Document No. 514
Q-dummies Report – European Enhanced Vehicle-Safety Committee
[6] https://www.mypram.com/en/mypram-blog/the-vti-plus-test-in-sweden
[7] https://www.unece.org/fileadmin/DAM/trans/doc/2010/wp29grsp/CRS-14-03e.pdf
[8] http://www.unece.org/fileadmin/DAM/trans/main/wp29/wp29regs/2013/R129e.pdf
[9] Definición textual de los límites de fuerza de tensión y flexión del cuello: For monitoring purpose only. To be reviewed within 3 years following entry into force of this Regulation. Página 28 de la regulación R129:
http://www.unece.org/fileadmin/DAM/trans/main/wp29/wp29regs/2013/R129e.pdf