En los países nórdicos llevan más de veinte años sin que niños sufran lesiones graves en accidentes de tráfico llevándolos a contramarcha. La Administración Nacional Sueca de Carreteras (Swedish National Road Administration, SNRA) y Volvo afirman[1] que en los dispositivos a favor de la marcha los niños corren un riesgo cinco veces mayor de morir o sufrir lesiones graves. Diferentes estudios[2] confirman que los SRI orientados a contramarcha protegen a los niños aproximadamente del 95% de las lesiones mientras que la efectividad de los asientos a favor de la marcha ronda el 75%.
A lo largo de todo el libro he hecho referencia a estas estadísticas de mortalidad infantil en los países escandinavos como prueba de la efectividad de los sistemas a contramarcha frente a las trágicas estadísticas de España y el resto del mundo donde de forma mayoritaria se usan sistemas de retención infantil a favor de la marcha.
A continuación muestro datos de informes europeos sobre lesiones y mortalidad infantil en accidentes de tráfico en Suecia y los países escandinavos.
2005
En el marco de la vigésimo tercera Conferencia Internacional del ESV (Mejora de la seguridad de los vehículos) del Departamento de Transportes de Estados Unidos celebrado en 2005 se presentó el informe Safety For The Growing Child – Experiences From Swedish Accident Data[3]. El objetivo de este informe era evaluar la seguridad infantil relacionada con la edad y estatura en diferentes situaciones de impacto e identificar los sistemas óptimos y potenciales áreas de mejora. Para ello analizaron la base de datos de Volvo sobre estadísticas en accidentes de tráfico en Suecia producidos entre 1987 y 2004 y en los que estuvieron implicados 3670 niños de edades comprendidas entre los 0 y 15 años.
Éstas son algunas de las conclusiones a las que llegaron:
“Durante los últimos 40 años (referencia 2005) anteriores se han desarrollado sistemas de retención para mejorar la protección de niños de diferente edad y estatura. El desarrollo de sistemas más efectivos, el aumento de uso de esos sistemas y las mejoras en la seguridad de los vehículos ha incrementado la seguridad infantil. La reducción de lesiones por el uso de sistemas de retención infantil fue alto en general. La mayor reducción de lesiones fue identificada en los asientos a contramarcha para niños de hasta 3-4 años de edad, suponiendo una reducción del riesgo de lesiones del 90% frente a niños que no utilizan ningún sistema de retención. Los sistemas a contramarcha fueron diseñados específicamente para proteger a los niños de impactos frontales, sin embargo se ha demostrado que en impactos laterales y traseros muestran un buen desempeño y niños en sistemas a contramarcha no sufrieron ni siquiera lesiones moderadas (MAIS 2+) en impactos laterales o traseros.”
2008
El ANEC[4], Organismo de estandarización del consumidor europeo, publicó en 2008 el informe An Accident Study of the Performance of Restraints Used by Children Aged Three Years and Under[5], un estudio del comportamiento en accidentes de las retenciones usadas por niños de tres años y menores. Este estudio publica varias conclusiones basadas en los datos de accidentes fatales en Suecia que cito a continuación.
La experiencia de accidentes sueca es de interés puesto que tradicionalmente los niños en Suecia van a contramarcha hasta aproximadamente los tres o cuatro años, mientras que en el resto del mundo los niños suelen ir a favor de la marcha con aproximadamente un año de edad. Los datos de mortalidad suecos constituyen una oportunidad única de comprobar si ocurren fatalidades inesperadas en las sillitas a contramarcha más grandes. Facilita una respuesta a si existen perjuicios para niños de esta edad en sistemas de retención infantil a contramarcha. Se examinaron todos los accidentes mortales que implicaron a niños de entre cero y tres años en el periodo de 1999 a 2006. En total se extrajeron 17 casos. Cuatro de estos casos implicaban a niños que no usaban ningún sistema de retención. Un caso más fue excluído porque un incendio posterior al impacto imposibilitó verificar la posición del sistema de retención y otro caso fue excluído ya que implicaba a un recién nacido llevado en brazos por un peatón.
Por lo tanto sólo quedaron once casos de accidentes para el análisis. De estos once casos hubo cuatro niños en sillitas a contramarcha que fallecieron. No hubo casos en los que la protección de las sillitas a contramarcha pudiera ser criticada, ya que de aquellos cuatro niños fallecidos dos fueron víctimas de excesiva intrusión localizada en el vehículo, uno fue víctima de incendio posterior al impacto, y otro fue víctima de ahogamiento.
De los once accidentes hubo seis con niños fallecidos que viajaban en dispositivos a favor de la marcha. Tres de ellos fallecieron en circunstancias poco habituales. En el primer caso un niño de dos años que había colocado el cinturón debajo de su brazo para poder alcanzar un objeto en el suelo del vehículo que resultó en contacto directo de la cabeza con el interior del vehículo en el impacto. En el segundo caso un niño de dos años y medio sufrió lesiones abdominales severas y contusiones pulmonares. El tercer caso implicó a un niño sentado en una sillita con escudo que en un impacto sufrió lesión en el cuello seguida de contacto en la cabeza con el interior del vehículo. En estos tres accidentes con impacto frontal las muertes de los niños podrían haber sido evitables si los niños hubieran ido a contramarcha. Los tres casos restantes implicaron a niños de dos años y medio, tres, y tres años y medio, y ocurrieron en circunstancias con intrusiones severas en el interior del vehículo que aplastaron el sistema de retención, y estos niños hubieran muerto independientemente de la orientación de su sistema de retención.
Sólo hubo un caso en el que un recién nacido falleció en un sistema de retención cuna en un impacto lateral. Su muerte se consideró evitable en caso de que hubiera viajado en un dispositivo a contramarcha.
En general, en este análisis de los casos de accidentes suecos con muertes infantiles no se encuentran casos en los que las sillitas a contramarcha pudieran ser criticadas. Hay dos casos en sillitas a favor de la marcha que ilustran los tipos de problemas observados en otros países en los que el uso de sillitas a favor de la marcha es habitual en este grupo de edad.
2014
The Directorate-General for Research and Innovation publicó en 2014 el informe sobre seguridad infantil Final report on child safety research[6]. Estos datos no son sólo suecos, pero ilustran las diferencias entre las dos orientaciones. El informe analiza datos de accidentes con impacto frontal recabados en los proyectos CHILD/CASPER de los que concluye que el 40% de los niños accidentados usando sistemas a contramarcha salieron ilesos (13 de 33), y el resto no sufrió heridas de consideración en cuello o extremidades, aunque sí moderadas en la cabeza. De los niños que usaban dispositivos a favor de la marcha sólo el 20% salió ileso (21 de 103), y el resto sufrió heridas moderadas en la cabeza y graves en cuello, abdomen y tórax.
2015
En 2015 en Noruega, país donde es mayoritario el uso de sistemas de retención infantil a contramarcha ningún menor de cuatro años falleció como ocupante de un vehículo.
[1] Guía «Volvo for life ‐ A Safety Manual Children in Cars» del año 2004. Folleto Vägverket «Niños en el automóvil ‐ Cómo proteger a sus hijos pequeños». Noviembre de 2009. Fuentes obtenidas de la Fundación Mapfre https://sillasdecoche.fundacionmapfre.org/infantiles/images/segvial-mirando-hacia-atras_tcm725-93539.pdf
[2] Un estudio del año 2007 de la Universidad de Virginia, la Universidad de Indiana y el Hospital Infantil de Filadelfia en EE UU –realizado a partir de datos de accidentes sucedidos en el periodo 1988‐2003 en Estados Unidos– indica que “mientras que la efectividad de los asientos orientados hacia delante es del 78%, los asientos que miran hacia atrás tienen una efectividad superior, del 93%”. Henary, B., Sherwood, CP., Crandall, JR., Kent, R.W., Vaca, FE., Arbogast, KB., Bull MJ. Car safety seats for children: rear facing for best protection. Injury Prevention 2007;13:398–402.
Resulta muy llamativa la considerable coincidencia de los anteriores valores de efectividad con los descubiertos diez años atrás en Suecia: tal y como se acaba de indicar, a partir de datos de accidentes sucedidos en dicho país nórdico en el periodo 1976 a 1996, se determinó una efectividad de los asientos elevadores orientados hacia delante del 77%, y una efectividad de los asientos orientados hacia atrás del 96% plasmados en el estudio Isaksson‐Hellman I, Jakobsson L, Gustafsson C, Norin H. Trends and effects of child restraint systems based on Volvo’s Swedish accident database. Report No SAE 973299.
Fuente: fundación Mapfre https://sillasdecoche.fundacionmapfre.org/infantiles/images/segvial-mirando-hacia-atras_tcm725-93539.pdf
[3] http://www.roadsafetyobservatory.com/Evidence/Details/10116
[4] http://www.anec.eu/about-anec/faq-useful-links
[5] http://www.anec.eu/attachments/ANEC-R&T-2008-TRAF-003.pdf
[6] http://www.transport-research.info/sites/default/files/project/documents/20140122_132443_44105_FINALReport_on_child_safety_research.pdf